viernes, 14 de diciembre de 2007

Los Prejuicios Eternos

Yo siempre me he fijado que uno el ser humano es el unico ser vivo que es capaz de tropezarse dos y hasta tres veces con la misma piedra. El mismo error una y mil veces como una forma de querer aprender a trompicones y no a traves del analisis y la reflexion. Ojo, que no se vaya a creer que porque yo soy una persona reflexiva no me estoy metiendo en el mismo saco. A veces nuestra capacidad de reflexion no es suficiente para aprender cosas que por lo visto solo se aprenderan algún día cuando la pera de box de nuestro cerebro se rompa por haber llevado tantos golpes.


Errores humanos repetitivos hay millones, pero los más críticos son: 1) la creencia de que con guerra se pueden resolver los problemas del mundo, 2) que nuestros hijos no tienen por qué cometer nuestros mismos errores (cuando hay miles nuevos por cometer), 3) creer que el amor algun dia dejará de doler, 5) creer que la felicidad es un destino en el camino de nuestra vida cuando en realidad es una forma de recorrerlo, y otros tantos etcs, etcs. Pero el error particular en el que quiero hacer referencia, y que a partir de él se desprenden muchos otros, es el de los prejuicios hacia otros seres humanos. Juzgar antes de conocer, antes de ver, antes de saber. Lastimosamente, de la misma forma como nuestro cerebro cierra automáticamente las letras que no se ven bien en un documento borroso permitiendonos leer su contenido, a veces nuestra cabecita se pasa de maraca y "cierra" automáticamente el círculo que aparentemente envuelve a otra persona, creando consciencia, condiciones y características, basandose solo en pequeños retazos de información sobre ella.


El generar prejuicios hacia la gente es una condición tan arraigada y una respuesta tan automática de nosotros que ni siquiera cabe protestar por el hecho de que un error como ese lo sigamos cometiendo. Por otro lado, es lógico que seamos prejuiciosos en la vida si desde que nacemos somos bombardeados con prejuicios de todos tipos. Hace unos días visité a mi ahijado de 3 meses de nacido en Caracas y a mi compadre. En un momento en que conversabamos sobre el parecido del bebe, tanto en físico como en comportamiento, se nos ha escapado el comentario "ese va a ser igualito al padre de pasao", solo porque notamos que el bebe tiene ciertas manías similares de su padre en la forma de dormir y algunas muecas. Luego de eso me dije: - Uno el ser humano si tiene cosas -. ¿Como un bebé puede llegar a parecerse al pelo a su padre en cosas aun desconocidas tan solo por verle cómo duerme? Ese fue un comentario, que aunque jocoso, no deja de ser prejuicioso. Una cosa repetida mil veces se puede asumir como verdad y en un futuro se puede creer que un niño será algo que en verdad ni remotamente es.



Pero yo llamaría a prejuicios como ese benignos. Los prejuicios malignos considero que son aquellos que de algun modo desencadenan actitudes de desprecio y denigración hacia otra persona. Los discapacitados son los que sufren los mayores prejuicios de la gente por su condición de "inválidos". También sufren de eso aquellas personas que algunos se atreven a llamar "socialmente diferentes", como los homosexuales y la gente de raza negra o india. Irónicamente, son todas esas personas las que nos dan las mayores lecciones de vida y la enseñanza de que los prejuicios casi nunca dan en el clavo de lo que se cree.


Entonces, somos prejuiciosos pero para nada autocríticos. Por ende somos orgullosos y creidos. La ecuación está completa. Miramos hacia abajo a aquellos que "creemos" que estan abajo, pero en realidad nos llevan leguas de distancia delante de nosotros en aspectos que pocos conocemos o ponemos en practica, como la perseverancia, creer en los sueños, la fé, la superación y el logro de esos sueños.

Un ejemplo en carne viva de esos prejuicios hacia la gente que aparentemente esta "abajo" es el famoso programa de televisión American Idol, y sus sopotocientas copias que se han hecho alrededor del mundo. Este programa explora y explota el potencial del ser humano común haciendolo enfrentarse cara a cara con la oportunidad de su vida de lograr sus sueños, desafortunadamente teniendo que exponerse física y emocionalmente a la mirada destructiva de tres jueces pertenecientes a la gran maquinaria del mercadeo musical. Es como meter la cabeza en las fauces de un leon en un circo y esperar que con suerte al sacarla la gente te aplauda y ovacione. La diferencia es que en el circo el león siempre esta domado, y el actor siempre recibirá los aplausos. En Idol el león no está para nada domado, los aplausos no están garantizados y el gancho del programa es basicamente "destruir lo que no sirva y meter lo que sirve".


Y lo hacen muy bien. Los jurados reciben a miles de participantes sin talento para lo que les interesa y materialmente los destruyen emocionalmente. Es un - lárgate y no se te ocurra volver a pasar por aqui! -. De esos miles unos muy pocos talentosos logran pasar el ojo acusador y PREJUICIOSO del jurado y el público. Horas y horas de ver y entrevistar a gente - y payasos - que no tienen lo que se quiere (talento), ponen a jurado y público con las garras afiladas ante lo que traerá el proximo aspirante.


Pero el ser humano ve con los ojos y a veces se va por la tangente. En el programa "Britains got Talent", copia Inglesa de Idol, los Jurados recibieron una lección de que el talento cuenta más que la apariencia. Paul Potts, un vendedor de celulares en una tienda en el poblado de Port Talbot, inseguro y con una vida pasada bastante triste, se paró ente los jurados del programa (incluido el mordaz y destructor Simon Cowel) con la firme intención de cantar ópera. Su apariencia fìsica - regordete, con cara de inseguridad total acompañada de una mirada semi vizca y un diente roto producto de un accidente - y su vestimenta - un traje oscuro viejo y barato - , le dieron al elitista jurado y publico las herramientas para descuartizar visualmente a Potts antes de que este pegara la primera nota. El desprecio del jurado se notó en las cámaras. "Nessun Dorma", de Giacomo Puccini - y pieza por excelencia de Luciano Pavarotti por su complicado y espectacular agudo final - empezó a sonar en el escenario. En este video se puede ver lo que sucedio después:




La sorpresa fue tremenda, y la reaccion del público y el jurado ante tal interpretación, de verdad que eriza la piel. Un talento impresionante oculto en ese pequeño hombre falto de confianza pero deseoso de lograr sus sueños. Sin miedo al escarnio público por su apariencia se expuso, demostró y triunfó. Una lección más de que los prejuicios del ser humano pueden ser tan dañinos que solo bastó minuto y medio de interpretacion de Potts para que el rostro y actitud del jurado cambiara de escéptico desprecio a total admiración. Ya no importó la gordura, la mirada vizca, el traje viejo ni el diente roto. Potts era talento y del bueno. Se metió al publico en el bolsillo, y el resto de la historia es que este gordito no solo pasó a la siguiente fase, sino que ganó el concurso y firmó un contrato con Simon Cowel para su primer Disco llamado "One Chance". El disco ha vendido millones de copias en EEUU, Europa y Reino Unido. Otro diamante en bruto que al fin brilló.

La Naturaleza Humana es una cosa seria. Y la vida siempre nos dice: "se están equivocando", pero no le hacemos caso. Ojala todos fueramos mas como Paul Potts y menos como el jurado de "Britains Got Talent". Asi todos alcanzariamos nuestros sueños y lograríamos por fín la hermandad que tanto buscamos entre nosotros. Seríamos iguales, porque en verdad lo somos.

martes, 11 de diciembre de 2007

La Ley de la Atraccion vs Dios y el Destino


Hace unos días estuve leyendo unos articulos en internet sobre un tema bastante reciente pero que, según los escritores, tiene siglos de antiguedad. El tema trataba de una fuerza impresionante que, de acuerdo con el artículo, está intrínseca en todo ser humano, en el mero centro de su alma, y que es capaz de cambiar y revolver de manera radical todo el curso de su vida dependiendo de la forma en que se usa. La fuerza proviene de la mente, del corazón, de la concentración y el enfoque adecuado en justo lo que se quiere lograr en la vida. Según el artículo, si esta fuerza es utilizada correctamente y con sabiduría, todo en esta vida es posible con tal de pensarlo. Se le conoce como Fuerza o, según sus estatutos, como Ley de la Atracción. Es algo así como una versión más profunda del refrán que dice "piensa lo bueno, y se te dará". En este caso, el asunto no solo consiste en pensar lo bueno, sino en enfocar toda la energía vital hacia ese hecho positivo, imaginándolo como que ya estuviera sucediendo, creando con esto la energía positiva que será capaz de cambiar nuestro universo y dirigir todos los hechos de nuestra vida en esa dirección. Es algo impresionante de verdad, es como usar la famosa "Fuerza" que Obi Wan Kenobi le mostraba a Luke Skywalker en Guerras de las Galaxias, pero en un contexto más realista e igualmente interior y personal como el del personaje de la famosa saga.


Según el articulo, el ser humano está constantemente en su vida aplicando la Ley de la Atracción, solo que no se da cuenta. Al igual que en la Guerra de las Galaxias, la vida está hecha de un lado de la luz y un lado oscuro. El lado de la luz es el lado del triunfo, el logro, la satisfacción, la paz interior y la comunión en cuerpo y alma con lo que nos rodea. El lado oscuro es la parte negra y grotesca de la naturaleza humana. El rencor, la envidia, la ira, el miedo, el odio, el fanatismo son los caminos hacia ese lado que en nuestra realidad nos hunde en los pantanos de una vida llena de tristezas y sufrimiento.

Ambos lados llevan a un destino, tienen un final, y ese final esta definido por la forma de pensar que hayamos tenido en nuestra vida. Por lo tanto, esa Ley de la Atracción la hemos estado aplicando desde que nacimos, solo que "ni pendiente perro caliente". Y los años han pasado sin saber que muchos la hemos usado hacia el lado menos conveniente, el oscuro.


Uno no se da cuenta, pero para la mayoría de la gente es más fácil pensar que algo va a fallar a que algo va a funcionar. Es un pensamiento automático que nos hace decir: "es difícil", "tal vez eso no pase", "es imposible", "jamás sucedería". Todas estas ideas se cuelan con más facilidad que un: "por supuesto que sí lo lograré", "claro que tendré lo que quiero", "así será". Esas frases son típicas de otra famosa y jocosa ley conocida como Ley o Precepto de Murphy, que habla de que "todo aquello que de alguna forma pueda salir mal, eventualmente saldrá mal". Al principio da risa, pues el pesimismo exagerado de esa premisa resulta hasta chistoso, pero si nos damos cuenta y reflexionamos, vemos que mucha gente tiene dicha premisa como forma de vida. La conocida frase "me estoy riendo mucho hoy, mejor no lo hago porque mañana voy a llorar", o "piensa mal y acertarás" son dos de los ejemplos más tipicos y patéticos de la presencia de la Ley de Murphy en nuestras vidas. Según la Ley de la Atracción, todo lo que pensemos y sintamos lo atraemos hacia nosotros. Es como un imán cuyo magneto es nuestra mente y corazón. Por lo tanto, si la Ley de Murphy y sus frases son nuestro mejor modo de utilizar la Ley de la Atracción, estamos condenados al fracaso, a caer al lado oscuro de la vida.

Ahora; todos queremos ser felices y triunfar en la vida, y según la Ley de la Atracción todo parece tan sencillo como soplar y hacer botellas, nada más hay que concentrarse en todo lo positivo que queremos en nuestra vida y se nos dará. El pequeño problema está en que lo positivo no siempre florece, y lo negativo en nosotros abunda. Es nuestra naturaleza, por lo que se requiere una gran confianza en uno mismo y en esa Ley para verdaderamente invertir los polos del imán. Nuestro destino estaría definido por el uso correcto o incorrecto de esa Ley.

Pero ahora bien, utilizar algo como la Ley de la Atracción para definir nuestro destino presenta una ligera contradicción hacia otras cosas que también rigen nuestra vida, como por ejemplo Dios. La dirección de la Ley de Atracción es buscar que el ser humano crea en sus capacidades, y que su mente y concentración en lo que se quiere sea el motor principal del cambio en su vida y su universo. Busca la confianza y fe en uno mismo. Entonces, donde queda Dios?. ¿Que sería ahora de la frase: "Yo lo dejo en manos de Dios"?.


Habrán muchos cristianos y religiosos debotos que intentarán - si ya no lo han hecho - echar por tierra todos esos preceptos de esa fulana Ley de la Atracción donde el hombre todo lo puede y lo alcanza con solo pensarlo y desearlo. Según ellos, el unico capaz de eso es Dios, y nosotros, aunque hechos a imagen y semejanza de él, somos sus siervos en el camino de nuestra vida. Tenemos entonces la misión de servirle a Dios y sus mandamientos con el fin último de alcanzar la salvación a traves de ellos. No seríamos nosotros los capaces de definir nuestro destino, pues Dios ya tiene un plan trazado para cada quien, y cada hecho de nuestra vida tiene una razón divina de ser. De este modo, si compramos una casa o un carro, si viajamos por el mundo, si nos hacemos ricos, o por el contrario, nos roban nuestras cosas, lo perdemos todo y quedamos en la miseria; todo eso tiene una motivación divina ya pautada por nuestro Dios, sin importar si nuestro cerebro es del tamaño de un melón y es capaz de utilizar "La Fuerza" al maximo.

Por lo tanto, aunque interesante, la Ley de la Atracción para algunos religiosos luce como una pieza de rompecabezas que tiene dos patas y busca entrar en un espacio de tres patas. No cuadra del todo, asi como tampoco le cuadrará a los partidarios de la Atracción todas aquellas leyes de Dios que se supone deberían regir nuestras vidas. Para los religiosos, la Ley de la Atracción puede lucir como la forma más mundana de la expresión "podremos hacer lo que nos da la gana". Para los que yo llamo los "Atractores", la religión con sus leyes podría estar cuartando la libertad de decisión y de vida. No controlar tu propio destino puede ser una pesadilla para muchos, pero para otros, el saber que el Ser superior se ocupará de ello puede ser hasta cómodo. Por otro lado, controlar nuestra vida en todos sus aspectos nos dejaría al final irremediablemente solos ante la gran pregunta: ¿Por qué estamos aqui?". Los religiosos tienen su respuesta. Es Naturaleza Humana en su maxima expresión.

La Ley de la Atracción/La Ley de Dios. Aparentemente antagónicas, pero solo en concepto. La primera promueve la capacidad innata del ser humano de utilizar el poder de su espiritu y su alma para lograr cambiar su mundo hacia lo que desea lograr. La segunda nos muestra que solo Dios puede cambiar nuestro mundo si con oración, devoción y redención nos entregamos a él. Los religiosos recurren a Dios, en cambio los Atractores se valen de sí mismos.


Pero es nuestro anhelo por siempre tener la verdad absoluta lo que no nos permite ver la similitud tan especial entre estas dos Leyes. "La Fé mueve montañas" es un frase viejísima pero tan poderosa que con solo leerla es facil que nos demos cuenta donde está la relación entre la Ley de Dios y la Ley de la Atracción. Ninguna de estas dos supuestas leyes podría funcionar sin que cualquier deseo o petición venga acompañado en primer lugar por un acto de fé. Orarle a Dios en la noche para que permita que un familiar enfermo se recupere tiene la misma fuerza espiritual que el desear desde muy adentro y con mente positiva que ese familiar sane. El enfoque del deseo es distinto pero la fuerza que genera el cambio definitivo es la FE. Solo la fé mueve montañas, solo la fé puede cambiar el mundo, ya sea la fé en uno mismo y sus capacidades o la fé en Dios, solo la fé hace que el universo cambie, sin importar quién se encargó de cambiarlo.

Por eso yo considero que ningún hecho cientifico o teoría está exento de una presencia profundamente espiritual que sirve de motor para que este funcione y tenga sentido. Como seres espirituales no podemos desligarnos de eso aunque siempre intentemos tener una verdad absoluta materialmente inalcanzable. La fé surge de nuestros corazones porque tenemos alma, y cuando se manifiesta el alma del ser humano todo es posible, como la historia humana misma lo ha probado.

Ahora, con respecto al dilema del destino, para mi, y creo que para todos nosotros está bien claro que la sabiduría de Dios nos dió la vida para algo. Nos puso aqui por alguna razón. No estamos aqui solo porque "somos bonitos y bailamos bien", sino que hay un motivo. No tendría sentido que nuestra existencia fuera la misma que la de un loro que desde chiquito se la pasa en una jaula pegando gritos hasta que los años de su vida se gastan y muere. Sería una existencia vacía además de patética. No. Yo creo que Dios nos dió una prueba, un examen que cumplir y aprobar en nuestra corta vida. Y por supuesto el examen no es nada facil. Dios nos puso aqui con las mayores de nuestras virtudes ocultas en el fondo de nuestra alma, y con las peores de nuestras cualidades a flor de piel. Por qué sucede esto? Mi opinion es que ahí está la prueba para nosotros. Pienso que fuimos concebidos así porque nuestra misión en esta vida es descubrirnos a nosotros mísmos a plenitud y cambiar el curso de nuestra existencia, que por tendencia inicial de nacimiento nos llevará al lado oscuro - porque el ser humano por naturaleza es cruel, envidioso, orgulloso y egocéntrico - y redireccionar con Fé nuestra vida hacia el lado de la luz, hacia el lado de la paz interna, la paz espiritual, la paz con Dios.